martes, 17 de noviembre de 2009

Cuanto te Extraño!!!

Ian Carlos, el 20 de Noviembre cumples 6 años desde que te marchaste, y aún para mí es como si no fuese algo real, en mis constantes viajes espero encontrarte, pero sé después de tanto preguntarle a Dios ¿por qué tú?, y él tiene todo en el lugar que debe de ser, ese era tú momento, Dios vio tu alma tan llena de bondades y virtudes que no podía permitir seguir sin ti haciendo su labor, imagino que eres uno más de los ángeles que lucha a su lado para proteger este mundo, y eso alivia mi pena, sabes que eres un hermano más para mí, como cada uno que aunque se hacen llamar mis primos – hermanos, son más hermanos que primos, te recuerdo con tanta alegría, como veras estuviste conmigo desde que nací, tu risa se ve en esas fotos de infancia, cuantos viajes, buenos momentos vivimos, recuerdo tus visitas en casa, cuando jugabas con nosotras las más pequeñas a la guerra, o cuando intentabas enseñarnos tus nuevas técnicas de Karate Kid, recuerdos tus G.I. JOE, tus cuentos, tus chistes, no entiendo como podías contener tantos chistes y lo más especial de ti, es que eras bueno en saltar con cada cosa de manera espontanea, recuerdo tus travesuras, y aquellas que te jugamos a ti como echarte café en una botella de cocacola, eras inteligente, no te la bebiste, desde pequeño eras tan trabajador, recuerdo unos 50 pesos que te ganaste con papi y lo guardaste en tu cartera y de traviesas Laura y yo te la escondimos por un día, que pleito llevamos; era tan especial y cuidabas tan bien de nosotras que si íbamos a salir, verificabas como íbamos vestidas porque si no te agradaba decías: “devuélvete y quítate eso”, gracias por ello; recuerdo tu personalidad tan dinámica, dime quien más que tu podía subirse al carrito del helado por el barrio y sonar la campana mientras gritaba “heladero”, si, sólo tú, uno de mis últimos recuerdos de ti fue verte llegar a casa apurado, como siempre que tenías tantos compromisos y tu forma de ser tan activa, lleve a mi pequeña Isabelle para que la conocieran, cuando la viste le agarraste una de sus manitas y dijiste “que linda es”, llevabas puesto una camisa de esas que estaban de modas que no se planchaba y tía te preguntó que adonde ibas tan arrugado, y dijiste “es que no sabes de moda, eso se usa así ahora”, te veías muy bien aún arrugado, y te fuiste como eras, apurado pero con una enorme sonrisa en tu rostro, así hermano es que te recuerdo, un ser cariñoso, alegre, dispuesto, trabajador, responsable, luchador incansable, inteligente, bondadoso, e increíblemente familiar, por ello tengo la certeza de que Dios tiene en su batallón de ángeles al mejor, cuanto te extraño y te quiero Ian.












lunes, 16 de noviembre de 2009

Una pequeña herida, una gran lección!!

Ser padre es lo más hermoso del mundo, pero con ello viene una cantidad de cosas para la que no estamos preparados, ver sufrir a un hijo es tan doloroso y te hace sentir tal impotencia por no poderle evitar ese dolor, eso no sólo aprendí recientemente sino que me dio una enseñanza, mi pequeño de 3 añitos se resbaló en el baño y aún yo teniéndolo en brazos se golpeó y cortó en la barbilla, él lloraba de dolor y miedo, y cuando el doctor en el hospital lo cocía podía ver el miedo en sus ojos y las lagrimas de dolor, no podía resistir verlo así y me pregunté tantas veces, “por qué si estaba ahí con él, le pasó esto”, y en mi meditación comprendí que aún estemos los padres al lado de nuestros hijos, no podemos evitar que cometan sus errores, que caigan, que sufran en algún momento, lo importante es estar cerca para ayudarlos a levantarse, para acompañarlos en este trayecto de vida que no siempre es color de rosa, para guiarlos; nosotros como padres debemos mostrarle fortaleza para enfrentar cada tropezón, quería llorar al verlo así, pero le iba a demostrar una debilidad que no deseo que él viva, pero la lección más grande me la dio ayer cuando orondo y con una sonrisa me mostró sus puntos, él cayó, lloró y se recuperó, lo más importante aprendió una lección, que debe tener cuidado en la bañera, y ello no quiere decir que no entra en ella para bañarse, así es la vida y eso es lo que nos enseñan los niños, los problemas son para enfrentarlos y aprender de ellos, el temor de haber cometido un error no nos puede debilitar y dejar atónito para seguir adelante, hay que levantarse y luchar con todo lo que se tiene, y mostrar una sonrisa aún cuando no todo vaya como deseamos que sea, Dios bendiga a mi pequeño y me dé siempre la luz para guiarlo por el mejor camino.

domingo, 11 de octubre de 2009

Por los ojos de un niño

No resulta fácil enfrentar las debilidades que dominan nuestro ser, a veces escuchamos de los demás en que estamos fallando, o los que ellos perciben de nosotros, pero aún así hacemos oído sordo, o simplemente no hacemos nada por mejorar. Cuantas veces he empezado una dieta fallida, cuantas personas me dicen estas pasadita de peso, haz subido unas cuantas libras, y hay quienes son más duros pero sincero, mi padre al verme me dice “pero mi hija que gorda estas”, y yo que trato de verme poco al espejo, no hago mucho para mejorar eso, justifico una y otra vez mi gran debilidad, utilizo de excusa, aunque puede que tenga algo de verdad, que no puedo controlar el deseo de comer, soy adicta a los dulces y a las pastas, no puedo, y lleno cada día mi vida de esos pretextos para no hacer algo por mí misma y evadir la realidad.

Sé que mi esposo no me crítica por ello, pero no soy tonta lo veo preocupado porque cambie, y aún no hago nada por mí; hoy fue lo más difícil, enfrentar la verdad vista a través de los ojos sinceros de mi hijo, que con su inocente tres añitos me preguntó: ¿Mami, por qué tu eres tan gorda?, mis ojos lo miraron directamente a los de él, y con un nudo en mi garganta casi sin poder emitir palabra alguna le pregunté: ¿No me quieres así?, me miró fijamente y entre lagrimas que empañaban mi vista lo vi, pero sobre todo lo escuché decirme: “no mami, no te quiero así”, en ese momento entendí que no resulta fácil ver la verdad a la que huía, no resulta fácil ver la verdad por los ojos de un niño, porque sé que es la más sincera percepción, en él no hay malicia, en él no hay mentiras, en él no hay verdad a medias, en él no hay pensamientos de herirme, simplemente él dice lo que ve, eso hoy me ha hace meditar que debo hacer con mi vida, que tanta lástima por mí, por lo errores cometidos, por qué esa debilidad a algo inerte, por qué dejarme dominar por aquello que me está matando, es momento de pensar, porque esa percepción no vino de un simple tercero, esa percepción vino de lo más sincero, esa verdad vino por los ojos de un niño.

miércoles, 23 de septiembre de 2009

Te amo y punto

Hoy realizando un trabajo, para un artículo de una revista universitaria sobre el matrimonio, el noviazgo, los valores familiares…; después de varias horas de lectura encontré el siguiente párrafo:

“Existen tres formas de amar: 1. Te amo si... A veces el amor se da siempre y cuando se cumplen ciertas condiciones. 2. Te amo porque... El segundo tipo de amor es un pariente cercano al amor condicional. La persona dice te amo porque es muy hermosa; o te amo porque me haces reír; te amo porque me hace sentir bien. 3. Te amo, y punto. En esta tercera forma de amar una persona ama a la otra sin condiciones, y sin depender de la personalidad. Podríamos decir que es un amar "a pesar de". No estamos hablando de un amor ciego. En realidad se trata de amar a la persona conociéndola como ella es, con sus fracasos, sus carencias, o fallas. Aceptando esa persona totalmente sin exigir nada en retribución. No hay forma que se pueda ganar ese tipo de amor, y que se pueda perder. No está atado a nada. Esta es tal vez la forma más difícil de amar”

Entonces comprendí lo que hace meses mi esposo me dijo en su post:
http://coyoteflacoyloco.blogspot.com/2009/07/te-amo-mire-no-me-ofenda.html

Y puedo ver que tanto le he reclamado su forma de amar y es la manera más sincera de hacerlo, sin condiciones, ni de te amo por, simplemente Te amo y punto, aceptando que soy un ser humano lleno de errores y defectos, aceptando que el tiempo nos hace cambiar; no podemos ver el final de ninguna relación, si será eterna o durará horas, es como la vida, hoy respiramos, mañana sólo Dios tiene la respuesta. Por ello no puedo exigirle una promesa eterna, que jamás me abandonará, ni yo a él; pero he de entender algo y espero que muchas mujeres lo hagamos, vivir cada instante de nuestra relación con amor, humildad, comprensión, conduce más a la verdadera felicidad que buscar errores en el pasado o promesas del futuro, que al final nos hace perder el presente y ese maravilloso momento que vivimos con quien amamos.

miércoles, 16 de septiembre de 2009

Yo con tu edad y mi experiencia

Yo con tu edad y mi experiencia!!!, estas palabras retumban a cada instante recordando aquel día hace 10 años, sentados bajo la sombra de un árbol, mi padre y yo; en ese momento no entendí lo que quiso decir, y quizás aún me cuesta un poco entender; pero si lo hubiese entendido y a los 20 años mis actos tuviesen un poco de la experiencia de mi padre, otra sería la realidad.

Como en la adolescencia luchamos por ser mayores y probar el mundo en esos escasos años, apenas cumplimos los 15 ó 16 años y ya estamos soñando con la boda perfecta, con la cantidad de niños que deseo tener, con el príncipe azul, unas se lanzan, otras ya a los 20 creen que le está llegando la hora, y gracias a Dios hay quienes esperan más; aquella tarde mis ideas eran vivir intensamente, hacer todo lo que hacen las adultas, pero a mi modo de juventud no hice las cosas como debían ser, adelanté el matrimonio, los hijos, y eso me costó tantas lagrimas, querer estudiar después de, cuantas horas que le faltó a mis hijos el calor de madre entre cuadernos, horas de estudio y trabajo; no viví cada paso de mi vida, salte escalones que en lugar de hacerme llegar más rápido me ha hecho rodar hacia abajo para empezar lo que dejé atrás.

Yo con 20 años y mi escasa experiencia leería más libros e iría a menos fiestas, lucharía por la universidad, y mejor preparación profesional y pospondría los amores, viajaría más sin dolor que dejó nada tras de mí, disfrutaría más de mis familiares, porque llega el día que cada uno tiene que seguir; pero como es difícil volver el tiempo atrás, sólo pido a Dios que me dé la sabiduría de guiar a mi hija a que entienda que los lodos del presente son productos de aquellas aguas pasadas, que sepa que un día puede sentarse a pensar por qué no aproveché mejor el tiempo de siega, para hoy disfrutar plenamente de mi cosecha, preguntarse quizás una y otra vez, ¿qué haría si yo tuviera 20 años con mi experiencia?.

miércoles, 9 de septiembre de 2009

Confundida

Dolor en el centro de mi ser

Un órgano palpitante de inquietudes

Y desde las alturas caen amarguras convertidas

En simple lagrimas incesante,

Cuantas preguntas a las que no descubro repuesta

Cuantas dudas, que no me conducen a nada.

Y aquí estoy clamando en el silencio, una luz

Que ilumine este sendero tan difícil que es la vida,

Buscando como reconstruir lo que un día

Tan solo destruí sin pensar, reedificar la mujer que

Aun sé vive en mí, pero que la desconfianza la ocultó,

Contradiciendo acción y pensamiento, aceptando,

Permitiendo heridas sin reclamar, y aquellas que a pesar de

Todo se impone y demandan, se convierten en llagas más

Profundas, enterrando cada día la seguridad interior,

El amor propio.

Y aquí estoy clamando en silencio el auxilio que

Ni siquiera sé si he de aceptar, suspendida entre lo que quiero

Y lo que debo, ensordecida al mundo, impugnando toda palabra

Y entonces, vuelvo al inicio entre dudas y sufrimientos.