Yo con tu edad y mi experiencia!!!, estas palabras retumban a cada instante recordando aquel día hace 10 años, sentados bajo la sombra de un árbol, mi padre y yo; en ese momento no entendí lo que quiso decir, y quizás aún me cuesta un poco entender; pero si lo hubiese entendido y a los 20 años mis actos tuviesen un poco de la experiencia de mi padre, otra sería la realidad.
Como en la adolescencia luchamos por ser mayores y probar el mundo en esos escasos años, apenas cumplimos los 15 ó 16 años y ya estamos soñando con la boda perfecta, con la cantidad de niños que deseo tener, con el príncipe azul, unas se lanzan, otras ya a los 20 creen que le está llegando la hora, y gracias a Dios hay quienes esperan más; aquella tarde mis ideas eran vivir intensamente, hacer todo lo que hacen las adultas, pero a mi modo de juventud no hice las cosas como debían ser, adelanté el matrimonio, los hijos, y eso me costó tantas lagrimas, querer estudiar después de, cuantas horas que le faltó a mis hijos el calor de madre entre cuadernos, horas de estudio y trabajo; no viví cada paso de mi vida, salte escalones que en lugar de hacerme llegar más rápido me ha hecho rodar hacia abajo para empezar lo que dejé atrás.
Yo con 20 años y mi escasa experiencia leería más libros e iría a menos fiestas, lucharía por la universidad, y mejor preparación profesional y pospondría los amores, viajaría más sin dolor que dejó nada tras de mí, disfrutaría más de mis familiares, porque llega el día que cada uno tiene que seguir; pero como es difícil volver el tiempo atrás, sólo pido a Dios que me dé la sabiduría de guiar a mi hija a que entienda que los lodos del presente son productos de aquellas aguas pasadas, que sepa que un día puede sentarse a pensar por qué no aproveché mejor el tiempo de siega, para hoy disfrutar plenamente de mi cosecha, preguntarse quizás una y otra vez, ¿qué haría si yo tuviera 20 años con mi experiencia?.
1 comentario:
Y Cuando lo figo yo, no tiene sentido.
Publicar un comentario